Administrador concursal – ¿Qué es un administrador concursal?

El fideicomisario concursal es la persona que administra una empresa cuando esta se declara en quiebra.

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¿Cuáles son las funciones del administrador concursal?

La figura del administrador concursal es clave en el proceso concursal. Es el responsable de velar por el cumplimiento de la normativa establecida, encontrar la forma de saldar la deuda de la empresa con sus acreedores y asegurar su continuidad. Las funciones del administrador concursal podrían agruparse en dos tareas principales:

Elaborar el informe concursal

Una de las principales funciones del síndico concursal es elaborar un informe sobre la situación de la empresa que quebró.

Este informe incluye cuestiones como:

  • Estudio de la situación contable y financiera de la empresa.

  • Memoria de decisiones tomadas durante la quiebra.

  • Un inventario de activos y pasivos;

  • Una lista de acreedores.

  • Una propuesta de acuerdo o entendimiento.

  • Y finalmente, la valoración de las decisiones que tomó el titular de la empresa quebrada para determinar si se trataba de una quiebra culpable o no.

Maneja la empresa en quiebra

Además de organizar el pago de las deudas de la empresa que quiebra, el administrador concursal debe gestionarlo para intentar asegurar la continuidad de su actividad.

Su actividad incluye la firma de contratos y convenios comerciales o el cumplimiento de las obligaciones en materia fiscal, laboral y contable del negocio.

¿Quién puede ser administrador concursal?

Según lo establecido en la ley concursal, el fiduciario concursal debe cumplir con ciertos requisitos: ser abogado con al menos cinco años de experiencia y especializarse en ley concursal; o ser economista, licenciado comercial o auditor con al menos cinco años de experiencia, en este caso en el ámbito de los procedimientos concursales.

Además, con la última reforma de la ley, también podrá ocupar el cargo una persona jurídica con al menos un abogado y un economista que cumpla con los requisitos anteriores.

Sin embargo, existen algunas excepciones. Por ejemplo, aquellas personas que hayan prestado servicios o hayan tenido una relación cercana con el deudor en los últimos tres años no podrán actuar como administradores concursales.

Por otro lado, además del administrador concursal, si se trata de una quiebra especialmente compleja, se nombrarán asistentes para gestionar la quiebra.

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