Un colaborador autónomo es un familiar que trabaja por cuenta propia con otro autónomo, para quien trabaja y con quien vive.
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Cuando hablamos de autónomo, nos referimos a un autónomo. Sin embargo, dentro de esta figura profesional existe un perfil especial que se caracteriza principalmente por ser un miembro de la familia sujeto a otro autónomo.
Requisitos para ser autónomo
No todos los miembros de la familia de un autónomo pueden ser colaboradores independientes. Para hacer esto, se deben cumplir los siguientes requisitos:
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Viviendo en la misma casa.
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Trabaja en el mismo lugar.
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Que no es un trabajador asalariado (empleado).
Una vez cumplidas estas condiciones, puedes darte de alta en la Seguridad Social presentando la siguiente información:
Obligaciones fiscales y con la Seguridad Social de los colaboradores independientes
A diferencia de un autónomo, el autónomo colaborador no debe conservar una factura ni una factura por su trabajo.
Esto significa que no está obligado a presentar declaraciones de IVA trimestrales (formulario 303) ni declaraciones de impuestos sobre la renta de las personas físicas (formulario 130).
El autónomo tributa como asalariado, ya que la renta percibida se considera como renta del trabajo y no como actividad profesional.
En cuanto a la Seguridad Social, sin embargo, el colaborador independiente debe cotizar como cualquier otro autónomo, por lo que tiene derecho al paro por su cuenta, siempre que haya cotizado durante al menos 12 meses.
Obligaciones del autónomo hacia el colaborador autónomo
El autónomo para el que trabaja el autónomo deberá abonarle un salario acorde a su categoría profesional y según convenio vigente en su sector.
Además, el salario pagado a los autónomos se puede descontar como si fuera un gasto deducible por su trabajo.