La persona física que realiza una actividad por cuenta propia y cuya responsabilidad económica frente a terceros es limitada.
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Con la Ley de Emprendedores de 2013 apareció en España la figura del Emprendedor de Responsabilidad Limitada (en adelante ERL).
Hasta ahora, toda persona que trabajaba por cuenta propia tenía que responder de sus deudas, como último recurso, con su residencia habitual.
Con el fin de impulsar la iniciativa privada en un contexto de crisis económica y desempleo insondable, la Ley de Emprendedores ha creado una nueva figura de emprendedor con mayor protección.
Características del contratista de responsabilidad limitada
La ERL se caracteriza principalmente por el hecho de que la responsabilidad por su actividad es limitada, por lo que en el caso de deudas no está obligada a responder con la residencia habitual.
Es una figura legal que no debe confundirse con la de los independientes, que incluso pone en peligro todos sus activos si vienen mal.
Por tanto, la ERL tiene una forma jurídica propia, que la distingue del emprendedor social y de los autónomos. Por lo tanto, cuando registre su empresa, debe hacerlo como ERL.
Otras características de ERL:
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Es propietario y gerente de su propia empresa, sobre la que tiene pleno control.
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No hay límite para la aportación de capital a su empresa.
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La personalidad jurídica de la empresa es la misma que la del empresario (empresario).
Ventajas del empresario de responsabilidad limitada
La principal ventaja de ERL es que puede limitar la responsabilidad personal de su negocio.
Otros beneficios:
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Te permite crear una empresa sin tener que invertir un mínimo de capital (como en el caso de las sociedades limitadas).
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Los procedimientos de incorporación son más rápidos.
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Es adecuado para pequeñas empresas con una inversión inicial modesta.
Desventajas del empresario de responsabilidad limitada
La principal desventaja es que el ERL debe ser personalmente responsable de sus deudas, incluso si se excluye la residencia habitual.
La responsabilidad por deudas también puede afectar al cónyuge dependiendo del tipo de propiedad (propia, mancomunada y privada).
En caso contrario, a diferencia de los autónomos, el ERL tiene que pasar por trámites más burocráticos como la inscripción en el Registro Mercantil y la presentación de cuentas anuales en el mismo organismo.