El factoraje (o factoraje) es una operación de asignación de crédito que utilizan las empresas para avanzar en el mecanismo de cobranza y así obtener liquidez inmediata.
El factoring, al igual que la confirmación, es una de las operaciones básicas de financiación en el sector de la banca comercial. Puede leer más sobre qué es una confirmación en nuestro glosario.
Por ejemplo, si una empresa se encuentra en una situación en la que tiene facturas de clientes con vencimiento en 60 días y recibidas, la empresa puede transferir estos derechos de cobro al banco, a cambio de un anticipo inmediato del dinero, pagando intereses y comisión por el mismo.
Dependiendo de lo pactado en el contrato de factoring, el banco puede asumir el riesgo de impago por parte del cliente.
Tipos de factoraje
La factorización puede ser de diferentes tipos, que incluyen;
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Factoring sin recurso: en este sentido, la empresa asume íntegramente el riesgo de morosidad del deudor.
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Factoraje atractivo: La empresa en este caso no asume el riesgo de impago.
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Factoring Nacional: Ocurre cuando la empresa de factoring y el deudor se encuentran en el mismo país.
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Factoring internacional: se produce cuando la empresa de factoring y el deudor se encuentran en países diferentes.
Ventajas y desventajas del factoraje
Si no tenemos en cuenta el anticipo de crédito como tal, los servicios asociados al factoraje se consideran muy ventajosos. Dependiendo del tipo de factoraje utilizado, el riesgo de la operación se puede transferir a la institución financiera, manteniendo los niveles mínimos de morosidad.
Una de las mayores desventajas es el elevado coste económico que conlleva en comparación con otros métodos.