La factura simplificada es un tipo de factura aceptada por la Agencia Tributaria en diferentes circunstancias. Actualmente está reemplazando los boletos de compra.
Ya sabes que con SumUp Invoices puedes facturar a tus clientes en segundos, pero si tienes un pequeño negocio recuerda que también puedes subirlos con tu datáfono y emitir una factura simplificada.
Junto con la factura completa, o simplemente llamada factura, la factura simplificada es el tipo más común. Es lo que antes se conocía como recibo de compra, que se obtenía en unidades.
Este documento solo puede emitirse bajo una serie de supuestos: El importe no debe superar los 400 euros (IVA incluido), y en el caso de emitir factura correctiva, las autorizadas por la Dirección de Administración Tributaria, y operaciones que no superen los 3.000 euros. (IVA incluido) y enumerados en el reglamento de facturación anterior:
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Venta al por menor de bienes personales, tangibles y móviles a particulares
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Ventas o servicios de ambulancia
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Venta de viviendas o servicios
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Transporte de personas y equipaje
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Servicios de hostelería y restauración para bares y restaurantes o suministro de alimentos y bebidas al momento
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Salones de baile y discotecas
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cabinas
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Salones de peluquería y estética
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Uso de instalaciones deportivas
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Desarrollo de fotografías y / o servicios prestados por estudios fotográficos
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Clubes de video
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Estacionamiento de vehículos
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Lavadoras y limpiadores químicos
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Impuesto de carretera
No se permite la emisión de facturas simplificadas en las entregas intracomunitarias de mercancías ni en las ventas a distancia. Asimismo, cuando se trata de operaciones que no se encuentran en el territorio de aplicación del impuesto, no es posible emitir este tipo de factura. Tampoco lo es, cuando existen operaciones que se encuentran en el territorio de aplicación del impuesto, se produce la inversión del sujeto pasivo y el destinatario debe emitir la factura por parte del prestador o la facturación por parte del destinatario.
Elementos a incluir al realizar facturas simplificadas
Al igual que cuando creas una factura, la simplificada tiene una serie de requisitos.
Si el cliente o destinatario desea deducir el IVA de la factura simplificada, deberá incluir dos datos más. El primero es el NIF del destinatario y su nombre comercial. También debe incluir la retención de impuestos realizada por el emisor.