La facturación recurrente consiste en el envío regular de facturas al mismo cliente en un plazo determinado.
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Algunas empresas prestan servicios a sus clientes de forma regular. Se trata de servicios como mantenimiento de sitios web, servicios de alquiler, internet, telefonía, consultoría, marketing e incluso alimentación.
Estos servicios se facturan por el mismo importe y en el momento y frecuencia que ambas partes (vendedor y cliente) han acordado, por lo que el procedimiento de facturación – las mismas facturas – se convierte en una tarea repetitiva, si no tediosa, para el proveedor.
La importancia de los programas de facturación en la facturación recurrente
Facturar servicios regulares es, como dije, una tarea repetitiva.
Por lo tanto, los programas de facturación ayudan a agilizar y simplificar este tipo de tareas mediante el envío de facturas recurrentes.
La facturación recurrente, por tanto, consiste en enviar la misma factura, con el mismo importe y por el mismo servicio, en un plazo determinado al mismo cliente.
Este plazo puede ser mensual, trimestral, semestral o anual, según la naturaleza del servicio y la tarifa ofrecida. La pluralidad de servicios incluso ha permitido facturar determinados servicios por un período de tiempo aún más corto (semanas o quince).
Facturación recurrente y domiciliación bancaria
La facturación recurrente a menudo está vinculada a la domiciliación bancaria o incluso a formas más nuevas de pagos en línea.
Ambos conceptos están relacionados con una misma filosofía, a saber, la automatización de tareas para hacer más cómoda, rápida y eficiente la facturación de un servicio y su cobro.