La normativa de facturación es la normativa que regula la obligación de emitir facturas por parte de autónomos, profesionales y emprendedores.
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La facturación es el proceso mediante el cual un autónomo o empresario debe emitir facturas.
Está regulado y supervisado por la Agencia Tributaria a través del Reglamento que regula las obligaciones de facturación.
¿Quién se ve afectado por las regulaciones de facturación?
La normativa de facturación afecta a cualquier persona física o jurídica que realice una actividad económica y deba documentar sus operaciones.
Es decir, profesionales y emprendedores que entregan bienes o prestan servicios a terceros, ya sean particulares u otros profesionales o empresas.
¿Qué regula el reglamento de facturación?
Este reglamento regula varias cuestiones. Entre los más importantes:
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Quién está obligado a emitir facturas.
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El contenido de una plantilla de factura completa y simplificada.
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Los diferentes tipos de factura (factura simplificada, factura completa, factura correctiva, factura recapitulativa) y qué contenido debe incluirse en cada una.
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Cómo emitir la factura electrónica a las administraciones públicas.
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El término, la moneda y el idioma en el que se emite una factura.
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Cómo se enviarán las facturas a los clientes.
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Cuánto tiempo conservar las facturas y en qué entorno.
¿Un programa de facturación cumple con las regulaciones de facturación?
Los programas de facturación son la herramienta más común, entre profesionales y emprendedores, para emitir facturas y por tanto cumplir con sus obligaciones de facturación.
Para saber si un programa de facturación cumple con la normativa de facturación en España, asegúrese de que sus plantillas de facturación tengan el siguiente contenido:
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Número de factura (y serie numérica, que debe ser secuencial y sin saltos).
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Fecha de emisión.
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Fecha de operaciones, cuando no coincida con la fecha de emisión.
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Datos del emisor de la factura, así como del destinatario: nombre completo o razón social, NIF (en el caso de autónomos) o CIF (en el caso de empresas) y domicilio. No es necesario que las facturas simplificadas incluyan los datos del destinatario.
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Descripción de las transacciones, junto con su precio unitario antes de impuestos (base imponible).
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Tipo impositivo (IVA y, en el caso de autónomos, IRPF en las circunstancias que señale la normativa).
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Tasa de impuesto.
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Importe final a pagar.
Además, estas plantillas de facturas deben contener suficiente espacio para indicar casos especiales como:
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Facturación por parte del destinatario.
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Inversión del contribuyente.
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Suministros o exportaciones intracomunitarios.
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Exenciones del IVA (se debe hacer referencia a la disposición específica de la ley del IVA).
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Mención de regímenes especiales como el «régimen especial para agencias de viajes», o el régimen especial para bienes de segunda mano, obras de arte, antigüedades y artículos de colección.