El envejecimiento es una de las razones por las que los activos de una empresa se deprecian.
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Los activos fijos o activos fijos de una empresa están sujetos a depreciación. La depreciación es el cálculo del deterioro.
Una de las causas de la depreciación es el envejecimiento. Obsoleto es sinónimo de obsoleto, pero también algo que ya no se usa.
Ciertos activos fijos, como máquinas, software, computadoras y otros dispositivos y equipos tecnológicos sufren ese desgaste.
Es decir, dejan de utilizarse por diversas razones; que, por cierto, no son solo tecnológicos.
Tipos de desgaste
Uno de los principales factores por los que determinadas máquinas y equipos tecnológicos se vuelven obsoletos es debido al progreso tecnológico: un nuevo software, una nueva computadora, una nueva máquina que supera a las utilizadas hasta ahora.
Sin embargo, el envejecimiento puede provenir de otros dos factores:
Una computadora de última generación puede volverse obsoleta rápidamente debido a un nivel de demanda inferior al esperado.
Una situación económica negativa en la que el costo de la mano de obra aumenta o permanece igual, pero los precios de venta bajan, puede hacer que se superen ciertos activos fijos aumentando el precio de costo.
En definitiva, el envejecimiento no siempre tiene por qué ser tecnológico, aunque este es el factor más común que explica la pérdida de valor de un activo.
Envejecimiento y depreciación
Para el cálculo de la depreciación, el desgaste no juega ningún papel, en el sentido de que no es un valor cuantificable que interviene en el método de cálculo.
Sin embargo, es uno de los factores que teóricamente explica la necesidad de someter los activos a depreciación. Los otros dos factores involucrados son el uso y el paso del tiempo.