Es el acrónimo de pequeñas y medianas empresas, que engloba a todas aquellas empresas con menos de 250 empleados y una facturación anual inferior a 50 millones de euros.
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El derecho europeo considera empresa a toda entidad que, independientemente de su forma jurídica, desarrolla una actividad económica.
Entre las empresas se encuentran las Pymes, que son aquellas que cumplen con los siguientes requisitos:
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Tienen menos de 250 trabajadores.
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Gana menos de 50 millones de euros al año.
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Su balance anual es inferior a 43 millones de euros.
Esta definición es europea, por lo que va más allá del ámbito estrictamente nacional de cada Estado miembro de la UE.
Tipos de pymes
Entre las pymes, existen tres tipos de empresas según los mismos criterios indicados anteriormente: número de empleados, facturación anual y balance anual:
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Microempresa. Tiene menos de 10 empleados, factura menos de 2 millones de euros al año y el balance anual es inferior a 2 millones de euros.
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Pequeña empresa. Tiene entre 10 y 49 empleados, una facturación anual de entre 2 y 10 millones de euros y un balance de entre 2 y 10 millones de euros anuales.
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Empresa mediana. Tiene entre 50 y 249 empleados, una facturación anual de entre 10 y 50 millones de euros y un balance anual de entre 10 y 43 millones de euros.
A pesar de cumplir estos requisitos, una empresa puede no ser considerada una PYME para el marco europeo si, por ejemplo, está vinculada o asociada a una empresa mayor que aporta recursos.
Pymes en Europa
Según la Comisión Europea, nueve de cada diez empresas de la UE son pymes, que a su vez generan dos de cada tres puestos de trabajo.
Su importancia en la economía europea ha llevado a la Comisión a unificar los criterios, con el fin de identificar qué empresa puede ser considerada pyme y por tanto qué empresa puede acceder a alguna ayuda europea o nacional.
Obligaciones contables de una PYME
Cada PYME tiene la obligación de documentar su contabilidad, lo que equivale al registro de los siguientes documentos contables:
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El diario, que es el lugar donde se documentan las operaciones diarias del negocio.
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Registros de sus ventas e ingresos, compras y gastos, bienes de capital y provisión de fondos y provisiones (incluye registro de impuesto sobre la renta personal).
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Registro de facturas emitidas, facturas recibidas, registro de inversiones inmobiliarias y registro de determinadas operaciones intracomunitarias. Incluye libro de IVA.
La contabilidad de una PYME, según su tamaño y el número de sus operaciones, puede ser más o menos compleja. Por eso, hoy las PYMES utilizan programas de facturación y contabilidad para la gestión empresarial.