Se trata de una sanción (no necesariamente pecuniaria) por la comisión de un delito fiscal. La sanción depende del tipo de infracción, que puede ser leve, grave o muy grave.
Conoce tus obligaciones fiscales como autónomo y gestiona tu facturación con el software de facturación SumUp Invoices.
La legislación fiscal general de España especifica qué constituye una infracción fiscal y la sanción correspondiente (sanción).
La sanción, por tanto, viene determinada por el tipo de delito que se ha cometido, que puede ser leve, grave o muy grave.
Tipos de sanciones fiscales
La sanción de una infracción fiscal depende de su gravedad:
Sanción fiscal por infracción menor:
Se considera infracción fiscal leve cuando la base de la sanción no supera los 3.000 euros, con independencia de que exista o no encubrimiento. Si supera los 3.000 euros y no hay ocultación, también se considera fácil.
En tales casos, la sanción pecuniaria corresponde al 50% de la base de la sanción.
Sanción fiscal por infracción grave:
Una infracción fiscal grave es aquella en la que la base de la sanción supera los 3.000 euros y hay encubrimiento.
Independientemente del monto, constituye una infracción grave haber utilizado facturas u otros documentos falsos, la anomalía en los registros contables (cuando su incidencia sea mayor al 10% y menor o igual al 50% de la sanción) o no se registrados, o depósitos en la cuenta (cuando los montos no superen el 50% de la base).
En tales casos, la sanción pecuniaria se sitúa entre el 50% y el 100% de la base, dependiendo del grado de daño económico causado al Tesoro Público.
Sanción fiscal por infracción muy grave:
Se considera delito muy grave el uso de medios fraudulentos, así como la no inscripción de montos retenidos o pagos a cuenta que representen más del 50% de la base sancionadora.
En tales casos, la sanción es una multa de entre el 100% y el 150% de la base, dependiendo del daño económico cometido al Tesoro Público.
Otros tipos de sanciones fiscales
El artículo 80 de la Ley General Tributaria establece que las sanciones fiscales pueden ser de diversa índole (no solo pecuniarias). A saber:
-
Una multa con una cantidad fija.
-
Una multa proporcionada.
-
Prohibición de obtener subvenciones públicas o beneficios fiscales.
-
Prohibición de contratar con administraciones públicas.
-
Suspensión en el ejercicio de funciones o profesiones públicas.
Sanciones fiscales comunes entre autónomos y empresas
Entre los autónomos y las empresas en España, cabe destacar como las sanciones fiscales más habituales las siguientes:
-
Mantenimiento inadecuado de registros contables. La contabilidad requiere legalmente una contabilidad rigurosa, especialmente para las empresas (la contabilidad autónoma es menos rígida).
-
No hagas las facturas correctamente. Hacer facturas sin todos los requisitos legales puede conllevar una sanción fiscal. Aspectos como una serie numérica con saltos o lagunas, tipos impositivos registrados incorrectamente, etc., son aspectos que muchos autónomos, renunciando a los programas de facturación y utilizando software no diseñado para tal fin (como Word y Excel) suelen cometer.
-
No presentar declaraciones de impuestos (dentro del plazo estimado). No enviar formularios de impuestos (como el formulario de IVA trimestral 303) dentro del plazo establecido puede implicar una multa fiscal.
-
Pago incorrecto del resultado de un modelo fiscal. El pago insuficiente por cálculo incorrecto de impuestos en el modelo fiscal correspondiente (modelo 303, modelo 130, modelo 131, etc.) implica sanción fiscal por parte de la Agencia Tributaria.